Lo que pasa cuando empiezas a sanar
Nadie dijo que el proceso de sanar sería fácil o rápido. Se trata de un proceso, un proceso que requiere valor para enfrentarse a todo eso que nos atemoriza y de lo que normalmente intentamos huir, fortaleza para aceptar que el dolor hace parte de la vida. Que la tristeza, la ira, la frustración y cualquier otra emoción por desagradable que parezca es totalmente necesaria para nuestra supervivencia.
A veces sentimos que el proceso ha terminado cuando en realidad apenas comienza, y es normal, empiezas a entender que todo hace parte de crecer y aceptas el cambio como algo constante y primordial en la vida.
Cuando empiezas a sanar puede que te encuentres mas atemorizado que antes, que tengas que hacer frente a mucho dolor, pero también empiezas a desarrollar la habilidad de centrar tu atención en lo importante, tu mente deja de vagar en modo automático entre el pasado y el futuro y tienes la capacidad de tomar sus riendas y centrarla aquí y ahora.
Al sanar, dejas de verte a ti mismo con frustración, rabia, tristeza, culpa o vergüenza y puedes reconocerte como un ser humano valioso, con fortalezas que lo hacen único, puedes mirarte con cariño y compasión, así como mirar a otros con comprensión, entender que todos tenemos nuestros retos y temores, y que, si alguien te hiere o te falla, guardar rencor no necesariamente te protege, sino que puede hacerte mas daño a ti que a la otra persona.
Cuando empiezas a sanar, puedes ver la vida desde el amor y la gratitud, hasta en los mas pequeños detalles o en aquellas cosas que damos por sentado, como tener un lugar donde dormir o respirar. Puedes ver en todo nuevas oportunidades para mejorar, aprender y avanzar hacia tus sueños, sueños que empiezas a ver como posibles.
Cuando sanamos la vida empieza a cobrar sentido y tenemos la capacidad de resignificar todo lo que hemos vivido por traumático y doloroso que pueda parecer.
Nadie dijo que sería fácil o rápido, pero nos debemos la oportunidad de sentirnos capaces, afortunados y felices, nos debemos la oportunidad de empezar a sanar y tomar esa decisión ya es una señal de que hemos empezado a hacerlo.